En esta vivienda de 110 metros cuadrados se ha llevado a cabo una reforma integral. Se trata de una segunda residencia para disfrutar durante 6 meses al año. La distribución y los acabados están pensados hasta el último detalle, tanto para vivir como para trabajar.

La sala de estar está conectada con la cocina mediante una barra que nos permite disfrutar del espacio y de las vistas con la terraza. Diseñamos la chimenea, que es el centro de la sala. Una chimenea de gas, con un marco de madera muy especial hecho a medida por nuestro carpintero. Tanto el arte que acompaña la sala como las alfombras son piezas compradas por el cliente en sus viajes.

La habitación principal consiste en un vestidor y un baño completo, con chimenea integrada. En este caso, optamos por una chimenea con diseño minimalista integrada en la pared.

El vestidor queda separado mediante unas puertas correderas de malla de hierro negro, creando una visual muy sutil entre todos los espacios de la suite.

En el baño principal, la luz natural es la protagonista que queda contrastada con el espacio de la cabina de la ducha, donde diseñamos una ducha de obra para dos personas y un banco integrado con el objetivo de producir el efecto sauna.

Los materiales son nobles y cálidos, trabajamos con granitos flameados, combinando el microcemento en las zonas de los baños.

En conjunto, el resultado es un apartamento personalizado hasta el último detalle.