En esta vivienda de 100 metros cuadrados se ha llevado a cabo una reforma parcial; nuestra intervención se focalizó en la zona de día.

El objetivo principal fue crear espacios abiertos y conectados visualmente entre sí. Los clientes querían una cocina cerrada pero no querían renunciar a la luz natural.

Por este motivo creamos una separación mediante una puerta corredera de hierro y vidrio transparente que conecta con el comedor y la sala de estar.

Aprovechando esta nueva distribución, diseñamos una pequeña barra en la cocina, consiguiendo así una zona de desayunos.

El resultado es una vivienda atemporal y funcional de estilo moderno y acogedor. La selección de materiales naturales, como la madera de roble y los tonos neutros, combinan con el mobiliario existente y las nuevas lámparas escogidas.

Una casa para vivir y compartir en familia.