El proyecto integral de interiorismo de este apartamento de 45 metros cuadrados empieza con la idea de convertirlo en un apartamento turístico, consta de una habitación doble con una cocina abierta a la sala de estar. Para poder realizar esta conexión tuvimos que hacer el derribo de una pared maestra y así unir los espacios.

El objetivo era crear un espacio luminoso, donde la luz natural y las vistas fueran las protagonistas de la sala de estar y la cocina-comedor.

El baño, que era de amplias dimensiones, fue convertido en un espacio abierto con vestidor integrado.

Predominan los tonos neutros y el blanco como protagonista en todos los espacios. En el pasillo diseñamos unas lámparas de formas circulares, situándolas de manera aleatoria, creando un acceso atractivo y neutro a la vez.

Finalmente, es un apartamento con mimo, cómodo y de estilo atemporal, fantástico para disfrutar de una estancia de fin de semana en Barcelona.